Diario de una Noctámbula
Al otro lado del escenario
Hace una noche terrible, de esas en las que el viento ulula entre las copas de los árboles y las agita haciendo caer las hojas, mientras la lluvia lo acompaña ayudando a dejar las ramas desnudas. Y de vez en cuando, el ruido atronador de un relámpago que cruza el cielo, iluminando por unas centésimas de segundo el mundo cubierto por las tinieblas.
Me levanto de mi cama al ver esta violenta muestra de la fuerza de la naturaleza, sintiendo que hoy, el universo comparte mi soledad y me lo transmite con esta tormenta. Me abrocho la chaqueta y salgo de mi piso, rumbo a la azotea, y allí, bajo la lluvia y el viento, levanto los brazos y cabeza, disfrutando de las gotas de agua al sentir como se deslizan por mi pelo y cara.
No hace frío y la lluvia es templada.
En esos momentos, sientes como si te unieras con el Mundo, como si fueras parte de la lluvia y del viento, sientes deslizarte como las gotas del agua y volar como la ráfaga de aire entre las oscuras callejuelas de la ciudad. ¿Cuánto dura esta sensación? No importa por que aunque en lo que nosotros llamamos tiempo, puede ser tan solo unos segundos, en realidad es un atisbo de la eternidad.
2 comentarios:
Me ha rekordado a una kosita ke escribi en el blog del mesenger hace unos meses... Y ke subire en un futuro refrito en el blog de blogger...
Lo llame "La calma ke precede a la tormenta"...
Me ha gustado mucho leer el tuyo... ;)
Ummm si, el titulo de tu post me suena, pero no recuerdo de que iba, a lo mejor se me ha quedado en el subconciente y por eso se parecen los dos relatos ;) o es cosa del inconsciente colectivo :P lo volvere a leer.
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