
Llueve, lluvia de verano que enfría el bochorno de estos días, agua que precede la salida de un sol inminente, que calienta la tierra dormida en invierno que empezó a despertar en primavera. Pienso en aprovechar las primeras tardes del estío para ir al río y tirarme a leer antes de que lleguen los 40-45 grados de rigor que axfisian a todo incauto transeuten que decide salir a la calle antes de las 8 de la tarde. Pienso en las terracitas, el olor a azahar y el fresquito de las noches que acaricia suavemente la piel, sensación agradable mientras bebo cerveza... Pienso en la playa y en tirarme horas al sol mientras me amodorro sin hacer absolutamente nada, me encanta notar que el tiempo se para y que entre el adormecimiento solo hay sitio para fugaces pensamientos, y luego baños en un mar que revive cuando el calor ya no es soportable... juegos en el agua como cuando eras peque y castillos en la arena.
Que ganas de verano! de olor a playa, de paseos al anochecer por la orilla del mar, de risas con los amigos en noches interminables mientras huyo de los mosquitos, embadurnada de aután...
1 comentario:
mi epoco preferida del año!!viviría siempre en verano...si no me asara!!!
Publicar un comentario