miércoles, 19 de abril de 2006

Mitad hippie mitad tiburon

Hay gente, que después de terminar una carrera y/o conseguir un curro, se hinchan como un globo, y empiezan a flotar hasta las capas mas altas de la estratosfera de manera descontrolada y sin dirección. Hace poco conocí uno de estos casos, llevados al extremo. Iba yo, ha implantar mi “precioso” sitio web, y debía ir al cliente para instalarlo en sus servidores. Hete aquí, cierta administradora del sistema de cierto departamento X que trabaja para cierta entidad gubernamental Y, vamos una “casi-funcionaria” que debería llevar contratada no más de 4 meses (y si llevaba más, era para haberla pegado un tiro)

Perfil:

  • Prototipo de mujer informática, con unos kilitos de mas, gafas de pasta, bigote y complejo de inferioridad que emanaba por todos sus poros, por mucho que intentara hacerse la interesante con eso de “soy administradora de Linux por que yo lo valgo”
  • Aires de prepotencia de “Yo soy la administradora de este sitio y se hace las cosas como yo quiero” y vosotros sois unos pa’na
  • Típico pingüino encima del monitor (vamos, que sólo le faltaba una camiseta en plan publicidad Linux)
  • De esas que asisten a todas las conferencias de sofware de libre distribución en la facultad por que es “cool” pero luego no sabe descomprimir un tar en condiciones o configurar un apache sin tener que pedirle ayuda a su compañero, que probablemente le lleve sacando las castañas del fuego desde el primer año en que entro en la facultad, típico alumno-mosquito

Vamos, la típica persona que va de guay, de hacker, y luego... en fin... De hecho no sé como cojones podía estar tal incompetente trabajado, hasta que lo descubrí, tenia ciertos lazos de unión personal con su jefecillo (a favor hay que decir que el jefecillo era competente en lo que ha su curro se refiere, menos mal).

Pero lo peor no era eso, era el hacha, el gran hacha de combate que saco de la mesita del ordenador nada más me vio pasar por la puerta, ella lo sabia, aquí iban a rodar cabezas por q sí, por que ella lo valía.

No se lo que se le pasaría por la cabeza cuando entré en su territorio, ya sabéis, hay mujeres muy absurdas dentro de este sector, que se sienten reinas por el mero hecho de estar rodeadas de hombres ¡ni que fuera un merito! Ya en la facultad hay un 2% de tías por clase! Y como no, para las pocas que hay, independientemente de su aspecto, están rodeadas por una manada de buitres leonados (yo prefería estar con mis amigos de siempre antes que con una pandilla de buitres, tirada en el césped jugando al “culo”), ya se sabe, en el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Así pues, aparecí yo, cuyo trasero no es del tamaño de una mesa camilla, y cuyo aspecto no es el de un friki, pensaría algo así como: “Mira! Esta se ha perdido!, seguro que es la típica ‘niña bonita’ (no es que lo sea, pero como dije antes, en la ciudad de los ciegos...) que no tiene ni p...(palabra mal sonante aquí) idea de nada, ¡vaya marrón me ha tocado!” e inmediatamente después de pensar eso, saco el hacha mal intencionada.

Yo, que entraba con mi típica sonrisa de güenagente, con mi inocencia aun no muy corrompida por las pocas visitas al cliente que he tenido que hacer de momento, y pensando ¡oh! que como éramos “compañeras” tu sabes, mundillo de la informática, instalación conjunta, codo con codo... etc, pero no, obviamente no, obviamente se dedico a intentar cortar cabezas a la primera que tuviera oportunidad, por que todos los incidentes que pasaran, era culpa nuestra (no de tener al 100% el servidor y no de hacer las cosas con el culo, aunque obviamente también salió algún que otro bug, maldito software de libre distribución, que se dedico a restregarlo con saña y alevosía) Pero no voy a aburrir con absurdos detalles técnicos, que algunos además fueron demasiado surrealista.

Nunca vi tan poca predisposición para que las cosas salieran bien, por suerte, a pesar de los repetidos ataques contra mi persona, logre esquivar los golpes bastante bien (para rabia y coraje de ella, que pensaba que iba a ser una pa ná, y mis muchos años pasados delante del maldito pc me han hecho que sea apañada), y aunque agotada y un poco perpleja y cabreada (aquel día me comí unos tres euros de chuchearías de la mala leche que me dio) conseguí salir con vida, con tan solo algún arañazo, pero aún me pitan lo oídos de los verdes que nos debió poner ante sus jefes para apuntarse unos puntillo, vamos, vestida semi-hippie pero un auténtico “tiburón”...

3 comentarios:

JPNietzche dijo...

Bienvenida al maravilloso mundo laboral del trato kon el kliente...

En todos los kampos hay gente asi.. Y son de lo peor...

Lo mejor ke se puede hacer es eso... Eskivar sus atakes... Y kuando puedas... Darles kon su misma moneda...

Ya te kontare kosas ke man pasao a mi kon supuestos informaticos ke en verdad lo unico ke han hecho es instalarse la mula en su kasa...

DarthIA dijo...

Hay cada elemento en el "gremio", que es preferible echarle de comer aparte. Y te puedo dar varios ejemplos.

Lo que sí es una verdad universal, es que "el cliente" es de lo peorcito que te puedes encontrar. Y si son entes públicos, uff :S

En fin, como dice Nietzche, esquiva sus ataques, que para eso sabes mucho más y vales infinito más que ese tiburón :P

enhiro dijo...

Bueno, pero que conste que el Software Libre no tiene culpa de nada.