jueves, 27 de marzo de 2008

¡Basta!


Un día te levantas y decides decir: ¡Basta!

Basta de faltas de respeto.

Basta de compañías que no saben valorarte.

Basta de dar tu alma para que escupan sobre ella.

Basta de esperar que la “conciencia” llegue a esa persona que no consigue ver que hay un mundo más allá de su ombligo y que, además, no gira entorno a él.

Basta de que alguien, en vez de ayudarte a evolucionar, sólo sea un estorbo para ello.

Un día te levantas y abrazas, envuelta en un sentimiento agridulce, el nuevo día en que despiertas. Envuelta en el dolor de la pérdida y la esperanza de una nueva vida que aspiras sea mejor, y te permita seguir paseando en la búsqueda siempre inconclusa de uno mismo, evolucionando paso a paso.

No dejes que nada te detenga, que medre tu fuerza interior, que te absorba hasta sentir que no eres tú, donde la balanza se inclina hacia lo que desea mientras tus necesidades esenciales no tienen la menor importancia.

Y recuerda que siempre hay gente alrededor dispuesta a caminar a tu lado por las sendas de la vida.

"This body holding me, reminding me that
I am not alone in

This body makes me feel eternal.
All this pain is an illusion."
By Tool: Parabol

martes, 25 de marzo de 2008

Regreso después de Semana Santa


Vuelta a la rutina diaria después de unas vacaciones más que necesarias.

Se fueron los dolores de espalda y las contracturas al soplo de una nueva y refrescante brisa.

Brisa que corre a través del aire y que hace que la realidad cambie de perspectiva.

Y con el regreso, vuelven los hábitos… y, con ello, el paso de los días cómo si fueran copias unos de otros con ligeras variaciones. Y lo que parece una cárcel de rutina, bien llevado, se transforma en un sentimiento de estabilidad cuando se une al de plenitud, sintiendo que aprovechas el tiempo y que no dejas de lado aquellas pequeñas cosas que te llenan.

Imprescindible para ello tener, todos los días, unos momentos para sentarse, contemplativo, ante la vida y respirar…

miércoles, 12 de marzo de 2008

Carpe diem


Ayer, mientras tomaba cervecitas con Nietzche, en una magnífica tarde disfrutando del solecito en la terracita del Dragón Verde, estuvimos discutiendo sobre este tema.

Después de la animada charla que seguramente nos pareciera más coherente de lo que realmente era porque el alcohol ya iba haciendo mella (al menos en mí) después de dos pintas de guinnes él, y dos medias pintas yo, más el estómago vacío (que soy más chiquitita, y salgo barata de emborrachar) , llegamos a la conclusión siguiente:

Para nosotros, el carpe diem no significaba, simplemente, "aprovecha el hoy ya que el mañana es incierto, y quizás estemos muertos"… eso era simplificar demasiado y una excusa para hacer lo que te diera la gana… si no que lo veíamos desde la perspectiva de que no te puedes anclar en el pasado, lo pasado, pasado es y no se puede vivir el presente pensando en él, si no que hay que aprender de él; para disfrutar el hoy, que es el momento que actualmente vives, el momento realmente importante; pero sin desdeñar el futuro, pues el futuro se convertirá en el presente, por lo que debemos de ir tejiéndolo, sin obsesionarnos con él.

En resumen: ‘vive el momento’, es decir, «aprovecha la oportunidad y no esperes a mañana, porque puede ocurrir que mañana la oportunidad ya no exista» pero, sin olvidar que el pasado es quien te ha dado las claves para ser quien eres en el presente, y el futuro será el hoy del mañana… Si es que no estamos muertos, pero en esa posibilidad mejor no pensar ya que, después de todo, poca importancia tiene toda esta disertación si yacemos bajo tierra.

Vaya galimatías he soltado ¿no? Y todo para terminar horas después de esa conversación, sobre las 12 de la noche, tirada encima de mi cuñada, revolcándonos por el suelo de la alameda, con 10 cervezas o más recorriendo mi torrente sanguíneo, mientras le pintaba la frente con un subrayador amarillo fosforito, arrancándole pedacitos al tiempo... ¡¡Carpe diem!!


Me encanta esa letra...

Os pego el poema de Horacio en latín y traducido...

"Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi fienm di dederint, Leuconoe, nec Babilonios temptaris numeros. Ut melius quicquid erit pati!
Seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam, quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare Tyrrenum, sapias, vina liques et spatio brevi spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit invida aetas: carpe diem, quam minimum credula postero. "


"No preguntes (contra la voluntad divina el saberlo), Leucónoe, qué fin
han puesto para mí los dioses, cuál para ti, ni sondees el cálculo babilonio.
¡Cuánto mejor soportar lo que haya de ser, tanto si Júpiter nos ha concedido
muchos inviernos, como si es el último nuestro el que ahora quiebra las olas
del mar Tirreno en azote contra los escollos! Sé sabia, filtra el vino y, breve
como es la vida, corta la esperanza larga. Mientras hablamos, habrá huido
celosa la edad: goza a bocados del momento, confiada lo menos posible en el
de mañana."

lunes, 10 de marzo de 2008

Otra vez...


Ha vuelto a ocurrir…

Otra vez

Vuelvo a vivir lo que viví hace poco más de un año… aún peor si cabe.

Da igual lo que te esfuerces.

Da igual lo que tu intuición te diga.

Dan igual los actos.

Da igual lo que realmente creas.

A veces todo falla

Otra vez siento ese puto vacío dentro de mí.

(Se ve que eso sí que no está dispuesto a abandonarme fácilmente)


jueves, 6 de marzo de 2008

Reflejos de estrés


Noto como el estrés se va acumulando en mis cervicales, como se tensa la parte izquierda de éstas, como una línea de tensión me sube por ese mismo lado desde los lumbares hasta el final del cuello, junto a la espina dorsal.

Mi espalda es un tortuoso conjunto de nudos y contracturas.

Hacía tiempo que no la tenía así… que no acumulaba esa tensión, desde que empecé a hacer deporte.

Y esa tensión no es más que un reflejo del estrés que se ha vuelto mi fiel compañero.

No es estrés debido a altas cargas de trabajo, ni a problemas familiares ni similares.

Es el estrés que se produce al sentir que pierdes el tiempo, al dedicarlo a algo que no te llena, a lo que no le ves el sentido… al sentir el vacío.

Hace ya meses, bastantes, que perdí la motivación… de verdad que me esfuerzo por recuperarla, pero con estas tareas, no puedo…

No me siento útil, y quiero sentirme útil.

No me siento plena, y quiero sentirme plena.

No estoy aprendiendo, y quiero aprender, evolucionar.

A veces me dan ganas de tirarme de los pelos, otras un extraño sentimiento de impotencia hace que me entren ganas de llorar.

Necesito unas vacaciones, desconectar, reencontrarme y un cambio.

¿Qué cambio? Ojala lo supiera… si supiera que es lo que realmente quiero hacer… sería todo al menos un poco más fácil.

martes, 4 de marzo de 2008

Se acerca la Semana Santa.


A mi, especialmente, me da bastante igual estas fechas, no soy cristiana-apostólica-romana y no me gustan los pasos tan típico de Sevilla… que sí, que es arte, y que la imaginería sevillana es preciosa… vale… pero para mi, un evento en el que predominan un montón de hipócritas que van enchaquetados a beber cerveza y ponerse hasta el culo de coca mientras ven los pasos, diciendo que son religiosos y que, ¡olé! ¡El cristo del gran poder!… no es la compañía mas grata. O estar entre masas bamboleantes de gente que te aplasta, escuchando como una viejuna salta con fabulosas frases como esta:

“ESA si que es una VIRGEN, no como la PUTA que va detrás”- refiriéndose a la de Triana, si no recuerdo mal.

Y qué decir sobre los que idolatran a las imágenes y les piden deseos y milagros, como que su niño cure el cáncer, su nieto nazca sano, o a su marido se le empalme como antaño…

En fin, esa es mi perspectiva, salvo los que van por que realmente les gusta la tradición sin otra pretensión, que son los únicos que merecen mis respetos, como los cristianos practicantes (siempre que no intenten atribuirles propiedades mágicas a los trozos de palo esculpidos bellamente).

Después de esta disertación e ida por las ramas, he de decir que SI hay algo que me gusta de la semana santa, después de todo:

¡Las torrijas!



INGREDIENTES:

• 8 rodajas de pan del día anterior (de 1 cm de grosor)
• 2 vasos de leche
• 4 cucharadas de azúcar
• 4 cucharadas de miel
• 4 cucharadas de aceite
• 1 ralladura de limón
• 1 palo de canela en rama
• 3 huevos

PREPARACION:

1. Calentar la leche con dos cucharadas de azúcar, la canela y la ralladura de limón. Cuando hierva, dejar enfriar y quitar la rama de canela.

2. Empapar las rebanadas de pan en la leche y rebozarlas con los huevos batidos. Pasarlas por una sartén con aceite bien caliente hasta que se doren. Escurrir bien (las puedes pasar por papel de cocina) y colocarlas en una fuente.

3. Aligerar la miel mezclándola con 2 cucharadas de agua y rociar con ella las torrijas. Servir a temperatura ambiente.


Voy a aprender a hacerlas y me llevaré un taper lleno para merendar con los niños de mi curro…

Y quizás la suerte me acompañe después de todo: me van surgiendo posibles planes para quitarme de Sevilla este año, que además, vivir en el centro se vuelve una auténtica odisea. Quizás campo y senderismo, quizás playa… a ver si lo consulto con cierta persona que espero me acompañe a pasar estos días…