Vuelta a la rutina diaria después de unas vacaciones más que necesarias.
Se fueron los dolores de espalda y las contracturas al soplo de una nueva y refrescante brisa.
Brisa que corre a través del aire y que hace que la realidad cambie de perspectiva.
Y con el regreso, vuelven los hábitos… y, con ello, el paso de los días cómo si fueran copias unos de otros con ligeras variaciones. Y lo que parece una cárcel de rutina, bien llevado, se transforma en un sentimiento de estabilidad cuando se une al de plenitud, sintiendo que aprovechas el tiempo y que no dejas de lado aquellas pequeñas cosas que te llenan.
Imprescindible para ello tener, todos los días, unos momentos para sentarse, contemplativo, ante la vida y respirar…
2 comentarios:
Pues si mi niña, nada mejor que salir de la rutina y re-cargar pilas para volver a tomarlo todo con naturalidad :)
Y respirar, es esencial!
Besicos
Con lo fácil que es escucharnos a nosotros mismos y respirar un rato tranquilos, y a veces se nos olvida o creemos que cualquier cosa es más importante que eso.
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