Diario de una Noctámbula
Hoy Noctámbula vaga por el laberinto de su mente. Entre los altos setos que lo compone, sólo alcanza a ver, más allá de estos, a la luna llena vigía. Hoy no encuentra la salida, hoy nota un prominente peso en su espalda. No es más que las situaciones que le pesan. Últimamente se le han amontonado de más, se acumulan, se yuxtaponen y se desparraman sobre sus hombros, haciendo realmente difícil la tarea de caminar por este laberinto. Esta noche, Noctámbula no puede con el peso. Ella que siempre se las da de fuerte y mula de carga, a la sombra de esta noche, siente que se desvanece. Mira al cielo y algo a lo que ya se habia acostumbrado, vuelve a su mente.
- Estoy SOLA, y hoy no tengo fuerzas para llevar esta carga, que no se cómo he dejado que se vuelva tan pesada. Se me han acumulado sin darme cuenta. Hoy sola no puedo.
A su alrededor, sólo ve ignotos caminos entre los altos setos y su orientación no funciona, no sabe por donde tirar. Pero tampoco importa, aunque lo supiera, ya no le quedan fuerzas, esta noche no será en la que encuentre la salida de este tortuoso laberinto de arbusto y pensamiento, pues al peso ya acumulado, se le une ahora la soledad, esa extraña compañia que, cuando viene por que se la llama, da consuelo y, sin embargo, cuando lo hace sin ser invitada, deja vacía el alma.
Noctámbula deja el caos de su equipaje en el suelo y se sienta acomodándose todo lo que le es posible, esperando que pase el tiempo diciéndose a sí misma.
"No te preocupes, Noctámbula, pues mañana sera un día nuevo, solo repon tus fuerzas para continuar buscando el camino. Verás como el peso de tu equipaje aminora con el nuevo amanecer."
martes, 6 de febrero de 2007
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2 comentarios:
ninguno de nosotros sabe su camino.La soledad te da y te kita,busca ese ekilibrio.
Busca esa energia ke te haga seguir adelante.
Sigue el camino de las baldosas amarillas...
pues me siento un ratito a tu lado, a la vera del camino, para compartir un poco esa soledad, porque al ser compartida, deja ya de serlo. Un abrazo.
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